1.10.04

El nuevo marco educativo

EL NUEVO MARCO EDUCATIVO
La religión sólo será optativa y confesional
El hecho religioso no será asignatura y se repartirá entre historia y filosofía
La consellera Cid pide una ley de mínimos estable y con la financiación adecuada

El Ministerio de Educación confirma que, enterrada la reforma del PP, la de religión seguirá siendo una asignatura no evaluable, pero no aclara cómo queda la alternativa.

El Gobierno del PSOE anuncia que creará una nueva área de educación para la ciudadanía

CELESTE LÓPEZ - 28/09/2004
MADRID

Los centros públicos seguirán ofertando una asignatura confesional de religión para todos aquellos padres y alumnos que estén interesados en cursarla, aunque seguirá siendo, como hasta ahora, una asignatura no evaluable, por lo que no computará en el expediente. No está tan claro, sin embargo, qué ocurre con la asignatura alternativa que hasta ahora se ofrecía a aquellos estudiantes que no cursaban religión confesional. Sólo se sabe que serán los centros los que "atenderán adecuadamente a los alumnos que opten por no seguir enseñanzas no confesionales", sin que se especifique en qué sentido. Eso sí, todos los alumnos estudiarán la historia y cultura de las religiones, desde un punto de vista no confesional, pero entroncada en asignaturas como historia o filosofía.

Éstas son algunas de las propuestas del Ministerio de Educación para el futuro proyecto de ley de reforma de la ley orgánica de Calidad de la Enseñanza (LOCE), que ayer presentó la ministra, María Jesús San Segundo, a los consejeros autonómicos. Ahora se abre un debate, que durará hasta diciembre -cuando se presentará el texto definitivo- en el que se pretende que participe toda la comunidad educativa. Ésta podrá, a través de foros, reuniones e incluso una página web (www.debateeducativo.mec.es), expresar sus opiniones sobre una reforma basada en "una educación de calidad para todos y entre todos", en la que se intenta poner todos los recursos necesarios para que ningún alumno se quede descolgado, señaló la ministra San Segundo.

Además, Educación propone la eliminación de los itinerarios en secundaria, así como de la reválida en bachilerato, dos de las médidas más polémicas incorporadas en la ley elaborada por el PP. Lo que también se mantiene es el examen único para acceder a la universidad, la selectividad.

Otra de las novedades es el refuerzo de las clases de inglés y matemáticas en aulas con grupos reducidos, la reducción de asignaturas en 1.º y 2.º de la ESO para facilitar el paso de los alumnos de primaria a secundaria y la incorporación de iniciativas de apoyo a los alumnos con dificultades. Además, se creará una nueva área de educación para la ciudadanía que profundizará en los principios de ética personal y social y se incluirán, entre otros contenidos, los relativos a los derechos y libertades que garantizan los regímenes democráticos, la igualdad de los hombres y las mujeres, la prevención de la violencia doméstica y la aceptación de las minorías.

La explicación sobre el mantenimiento en el currículo académico de la clase de religión católica hay que buscarla, según la ministra San Segundo, en los acuerdos fimados en 1979 por el Estado español y la Santa Sede y que actualmente siguen en vigor. Estos establecen la obligación de facilitar la enseñanza de la religión católica en los centros docentes por parte de profesores seleccionados por la Iglesia y pagados por las distintas administraciones.

En cuanto a los profesores de religión, Educación señala que se mantiene lo firmado en 1979 con una salvedad: que la contratación y las condiciones de trabajo serán conformes con los derechos establecidos en el Estatuto de los Trabajadores.

La reforma que propone el ministerio especifica que la educación infantil comprenderá de los cero a los seis años, organizada en dos ciclos de tres años cada uno.Tendrá carácter voluntario, el segundo ciclo será gratuito y ambos ciclos estarán a cargo de maestros especialistas.

En primaria, los resultados de la evalución continua en este ciclo se utilizarán para adoptar medidas preventivas para los alumnos con especiales dificultades de aprendizaje. Los informes de evaluación recogerán no sólo las dificultades sino propuestas como grupos flexibles, ofertar más horas de trabajo en el centro, actividades complementarias o permanencia de un año más en el mismo ciclo.

Al finalizar el 2.º ciclo de primaria (4.º curso) y 2.º de la ESO, los centros harán una evaluación de diagnóstico del aprendizaje de los alumnos. Esta evaluación servirá para planificar, por parte de los centros y de las administraciones educativas, los apoyos y refuerzos necesarios. En primaria sólo se podrá repetir una vez. Eso sí, los profesores dispondrán de un plan de actividades para el alumno que deba repetir, orientado a la lectura, escritura y cálculo y a la adquisición de las habilidades para el estudio.

En cuanto a la secundaria, los alumnos con dificultades tendrán programas de refuerzo. En 1.º y 2.º de la ESO, la distribución de las ma-teris se reorganizará de modo que los alumnos cursen un máximo de dos asignaturas más que en 6.º de primaria. Se ofrecerá una segunda lengua extranjera como materia optativa o de oferta extraordinaria. Además, se reforzará la tutoría, particularmente en los primeros dos cursos de secundaria.

La lista de propuestas de Educación incluye, también, programas flexibles para atender la diversidad en la ESO e iniciativas encaminadas a apoyar a los alumnos con más dificultades, con tutoría a padres u otras fórmulas que la comunidad educativa considere adecuadas.

Por otro lado y después de la eliminación de la prueba general de bachillerato, el ministerio apuesta por una única prueba de acceso a la universidad para los estudiantes que tengan el título de bachillerato. El aprobado en este examen le dará vía libre para acceder a las diferentes titulaciones universitarias y será el criterio para la asignación de plazas en el caso de que la demanda de estudios supere la oferta. Se mantendrán los programas de iniciación profesional que estableció el ante-rior gobierno, pero no desde los 15 años sino desde los 16.

La consellera de Educació del Gobierno catalán, Marta Cid, insistió en que la futura ley de educación debe ser "de mínimos, que marque los principios básicos que deben regir el sistema educativo y que respete las competencias de la Generalitat". En sus declaraciones, efectuadas después de la conferencia extraordinaria de consejeros de Educación, celebró el "talante participativo que nos quieren dar a las comunidades autónomas" y quiso destacar la importancia de que se trate de una ley que dé estabilidad al sistema y, "como mínimo, a una generación de alumnos". Asimismo, reiteró que si la ley no va acompañada de una financiación adecuada "no será últil". La ministra se comprometió a presentar la memoria económica cuando se elabore el anteproyecto.

Para los consejeros del PP, la propuesta del ministerio es "un poco superficial" e insistieron en que a la vista de todo lo que se mantiene de la LOCE "no valía la pena modificarla y paralizarla".

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